En el sector del envasado de pinturas, el etiquetado puede realizarse antes o después del llenado. Sin embargo, aplicar las etiquetas sobre cubos vacíos ofrece ventajas prácticas y económicas que a menudo se subestiman.
Los inconvenientes de etiquetar cubos llenos
El peso complica la manipulación
Un cubo lleno es mucho más pesado, lo que puede ralentizar la línea de producción. Las máquinas deben estar diseñadas para soportar esa carga adicional, y para los operarios, mover recipientes de varios kilos durante toda la jornada puede resultar agotador.
Por ejemplo, un cubo metálico de pintura de 10 L pesa entre 1,5 y 2 kg vacío, y entre 14 y 17 kg lleno, dependiendo de la densidad del producto.
Sin el equipo adecuado, la manipulación se vuelve rápidamente una tarea difícil, afectando tanto al ritmo como al confort del trabajo diario.
El asa interfiere en el etiquetado
La presencia del asa puede ser un obstáculo si no está bien colocada al momento de aplicar la etiqueta. La rotación necesaria del cubo para una aplicación uniforme puede verse afectada.
Para evitar este problema, se requiere una intervención manual para recolocar el asa o una máquina capaz de levantarla y mantenerla durante todo el proceso. Esto implica mayores exigencias técnicas y un incremento del coste de la máquina.
¿Por qué optar por etiquetar antes del llenado?
Equipos más sencillos y accesibles
Las máquinas diseñadas para etiquetar cubos vacíos suelen ser más compactas, fáciles de usar y económicas. Requieren menos adaptaciones y menos mantenimiento, lo que se traduce en una inversión más baja.
Un proceso más fluido
Sin el peso de la pintura, los cubos se manipulan con mayor facilidad. Esto agiliza el etiquetado y mejora la ergonomía del trabajo, especialmente en producciones largas.
Menos problemas de limpieza
Etiquetar después del llenado implica el riesgo de que queden residuos de pintura en el cubo, lo que puede dificultar la adhesión de la etiqueta. Superficies sucias o húmedas pueden provocar que la etiqueta se despegue o presente defectos.
Al hacerlo antes del llenado, se trabaja sobre superficies limpias y secas, asegurando una mejor adherencia y una presentación visual más cuidada. También se evita aplicar etiquetas sobre cubos que ya tienen manchas o salpicaduras.
Ninon Konic: una solución técnica adaptada
Para responder a esta necesidad cada vez más común, proponemos la Ninon Konic, una etiquetadora automática especialmente diseñada para productos cónicos como los cubos de pintura. Gracias a su sistema de centrado preciso y a su capacidad de adaptarse a distintos formatos sin necesidad de utillaje específico, garantiza una aplicación rápida, uniforme y limpia.
Conclusión
Etiquetar los cubos antes del llenado puede simplificar considerablemente el proceso, reducir las complicaciones técnicas y mejorar el día a día de los operarios. Ya sea para pequeñas o grandes producciones, en CDA contamos con soluciones que se adaptan a sus necesidades.